miércoles, 24 de octubre de 2018

Los Hispano-Suiza.

El Rincón del Sueko - #rincondelsuekoHola mis queridos lector@s de El Rincón del Sueko. En España, como en el resto de Europa, los años de la Belle Epoque, asistieron al auge del sport del automovilismo con un tono aventurero y deportivo debido a sus altos precios por ser de fabricación artesanal.

Hoy vamos a hablar de la marca mítica española, marca de lujo y glamour en los automóviles, aunque también marca de autobuses de línea y motores de aviones. Es la Hispano-Suiza.

La marca fue fundada en Barcelona en 1904 y sita en la calle Floridablanca por los empresarios españoles Damián Mateu Bisa, Francisco Seix Zaya y el ingeniero suizo Marc Birkigt con un capital social de 500.000 ptas. La empresa tuvo un gran desarrollo durante la segunda y tercera décadas del siglo XX.

Gracias a su fiabilidad, calidad y prestancia, los automóviles Hispano-Suiza fueron pronto considerados como coches de lujo y símbolos de prestigio social. Además eran lo suficientemente rápidos como para hacerse un hueco en las incipientes carreras de coches y triunfar en múltiples competiciones.

Como era costumbre en la época, los fabricantes de automóviles de lujo entregaban únicamente el chasis y el motor y correspondía al cliente escoger al carrocero de su elección para que construyese la carrocería según sus gustos y especificaciones. Así fue cómo se abrió el camino para que los Hispano-Suiza tuviesen carrocerías diseñadas por los mejores carroceros de España y Europa.


Alfonso XIII.

El rey de España, Alfonso XIII, era un gran aficionado al mundo del automóvil y pronto tuvo un gran interés por la marca llegando a ser accionista y a tener muchos de los modelos que fabricó la firma, cosa que contribuyó a que la marca tuviera una gran fama y reputación de coche de lujo. El rey Alfonso XIII solicitó a Birkigt que fabricara un modelo deportivo de serie basado en los victoriosos coches de carrera de la marca. De esta forma nació un deportivo de 15/45 CV al que se denominó posteriormente "Alfonso XIII" en honor al rey, y que constituyó uno de los mejores coches de la Belle Époque.

Hispano-Suiza 15/45 "Alfonso XIII"

Antes de la Primera Guerra Mundial el 15-9 h.p. El 'Alphonso' de Hispano-Suiza, con su motor de cuatro cilindros con cabeza en T de larga carrera, fue uno de los autos deportivos pioneros, y rápido por su tamaño. Después del armisticio de 1918, el famoso 37-2 h.p. El árbol de levas en cabeza de seis cilindros Hispano-Suiza hizo su aparición, un auto de lujo con un bello acabado y dotado de frenos de cuatro ruedas asistidos mecánicamente en un momento en el que la mayoría de los autos del mundo los tenían en las ruedas traseras.

Pero en 1910, cuando la empresa empezaba a tener éxito comercial, estalló una huelga de trabajadores que amenazó con el hundimiento de la compañía. Como resultado de la huelga hubo que cancelar muchos pedidos, tanto nacionales como internacionales: Se suspendieron las representaciones en el extranjero y se perdieron trabajadores especializados en la fabricación de automóviles, todo lo cual supuso una pérdida de un tercio de la producción.

Hispano Suiza T-49 de 1910

Ésto llevo a la decisión de instalar una fábrica sucursal en 1911, en Levallois-Perret (muy cerca de París), para mantener el ritmo de producción y satisfacer el constante aumento de pedidos, en especial los del Hispano-Suiza Alfonso XIII. Esta decisión tuvo consecuencias muy favorables para el desarrollo de la sociedad, ya que se disponía de mayor cantidad de materias primas, había muchas empresas auxiliares de la automoción que podían abastecer mejor a la fábrica de Hispano-Suiza, las exportaciones podían ser más rápidas y a menor costo, facilitando así el acceso al lucrativo mercado francés. En 1912, la fábrica de París superó la producción de su homónima de Barcelona.

Los éxitos cosechados por la marca española con sus motores de aviación durante la Primera Guerra Mundial la Hispano-Suiza lució un nuevo emblema junto con las banderas de España y Suiza: la cigüeña, en honor a una escuadrilla francesa de aviación equipada con sus motores.

La primera aparición de la cigüeña plateada se produjo en el Salón del Automóvil de París de 1919, sobre el capó del nuevo Hispano-Suiza H6B, un coche lujoso, vanguardista y de sofisticada técnica que montaba los nuevos motores basados en los de aviación. El vehículo incorporaba además una primicia mundial: los frenos servoasistidos.

Hispano-Suiza H6B

El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República Española, perdiendo la marca uno de sus más importantes patrocinadores: Alfonso XIII, que marchó al exilio.

En 1931, 1932, 1933 y años sucesivos aparecieron en la fábrica de Barcelona diferentes tipos de modelos: el tipo 60, de 20 CV; el T64 presentado en 1931, de 6 cilindros, de 90 x 120 del que produjeron pocas unidades; el 56 bis (con piezas procedentes de Francia) en serie normal y en el tipo Grand Sport, con chasis extra bajo de 36 CV, todos ellos de seis cilindros y rápida aceleración.

Hispano-Suiza T49 (España) de 1924

El 7 de diciembre de 1935, víctima de una rápida enfermedad, falleció el dirigente de la compañía, Damián Mateu, la persona que con su visión para los negocios, capital (junto al de otros inversores), tesón y posición de vanguardia había fundado y consolidado toda una industria. Le sucedería en la presidencia su hijo Miguel Mateu. Miguel asume el mando de la empresa bajo unas circunstancias muy desfavorables en un ambiente prebélico, que desembocaría a los pocos meses en la Guerra Civil Española.

Con la sublevación militar contra el gobierno de la Segunda República, en julio de 1936, la CNT se incautó la compañía. Más adelante el gobierno de la Generalidad de Cataluña nacionalizó las fábricas catalanas de la marca mediante un decreto firmado por su presidente Lluis Companys, legalizando la gestión obrera de los comités de trabajadores.

Brandone Hispano Suiza K6 Cabriolet

En 1937 el magnate del cognac, Dubonnet, decidió construir un Hispano-Suiza a su medida. Sobre un chasis H6C con motor de 8.000 cc y 160 cv encargó al carrocero especialista Saoutchik el diseño y la construcción de una carrocería claramente inspirada en la aviación, la otra gran pasión del ‘tycoon’ francés. El resultado fue un automóvil cuyo aspecto se adelantaba a los tiempos con las aletas y los faros delanteros integrados en la carrocería, con tres plazas y un original sistema de apertura de puertas pivotantes hacia detrás. El auto fue bautizado Xenia en honor a la primera mujer de Dubonnet.



Acabada la Guerra Civil, el gobierno franquista consideraba que la máxima eficiencia en la construcción de camiones sólo se conseguiría con una gran empresa nacional y nacionalizada. Se funda así la empresa nacional ENASA, que adquirió las fábricas y patentes de Hispano-Suiza y que fabricó automóviles bajo la marca Pegaso. Hacia 1956 se formaría una pequeña empresa de microcoches basada en unas pocas herramientas y maquinaria que no fue vendida a ENASA, llamada Fábrica Hispano.

En Francia, durante la Segunda Guerra Mundial, la fábrica de Hispano-Suiza empezó a construir únicamente motores y piezas para aviones, dejando de producir automóviles. Es de destacar los logros obtenidos por la misma durante el conflicto bélico. Como consecuencia de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, se produce entre las dos sociedades la separación definitiva que conduciría a la situación actual.



Para la redacción de este post me he basado en gran medida en la entrada de Wikipedia.

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