La productividad se define como el parámetro más significativo para establecer de qué manera se utilizan los factores de la producción de un país, industria o empresa; por tanto, la productividad indica cómo se gestionan los recursos disponibles.
Si bien la productividad es una condición necesaria, aunque no suficiente, para el éxito económico de una organización, es evidente que cuanto mayor sea la productividad de una compañía mayor será también la probabilidad de que esta sobreviva y prospere económicamente en el tiempo.
La forma de medir y de evaluar la productividad está relacionada con la administración de las operaciones que, junto con el análisis financiero, procura evaluar esa productividad de las organizaciones a través de indicadores que reflejen cuantitativamente el grado de cumplimiento de los objetivos previstos, teniendo también en cuenta aspectos tan trascendentes como los conocimientos técnicos, las dimensiones sociales, y las actitudes del factor humano hacia el trabajo y hacia la propia empresa.
Productividad es la medición de qué tan bien los recursos se conjuntan en la organización y se utilizan para lograr un determinado resultado. Productividad es alcanzar el nivel más alto de desempeño con el mínimo desembolso de recursos.En este sentido, una organización se considera productiva cuando alcanza sus metas como consecuencia de conseguir transformar sus bienes en productos, optimizando la aplicación de sus recursos de manera que le suponga el menor coste posible. No obstante, el concepto de productividad se puede estudiar desde cinco perspectivas diferentes:
- Perspectiva de la economía: se concibe como la cantidad de productos generados dividido entre la cantidad de bienes asociados, como son: trabajo, capital, productos intermedios adquiridos y tiempo. Este enfoque es típicamente aplicado para medirla productividad en términos macroeconómicos, como ramas industriales o países.
- Perspectiva de la ingeniería: se equipara con la eficiencia de una operación, basada en la energía como el bien principal, y la cantidad de trabajo aplicada para generar los productos. Este enfoque sería usado para medir la productividad de una organización o de parte de ella.
- Perspectiva de la contabilidad: se enfoca en el aspecto financiero de la organización el cual se dimensiona a través de las diferentes variables financieras, como la eficiencia y la rentabilidad.
- Perspectiva de la administración: se considera un concepto complejo puesto que se han de medir y evaluar factores tales como la calidad, la cantidad de recursos y productos aplicados, las interferencias operativas, los retornos financieros y el absentismo laboral.
- Perspectiva de la psicología organizacional: desde este punto de vista está relacionada, principalmente, con la eficacia y la eficiencia del factor humano derivadas del desarrollo de sus funciones y tareas.
Estas perspectivas expuestas, si bien difieren entre sí respecto a los factores que facilitan la medición de la productividad de acuerdo a los propósitos que se persigan, se pueden considerar complementarias. Sin embargo, cada una de ellas demuestra que es innegable que a la productividad se la considera como una variable objetiva para la medición del desarrollo competitivo de una organización moderna.
No obstante, el factor más determinante para incrementar la productividad de una organización y alcanzar los objetivos fijados son las personas que trabajan en ella. El mecanismo por el que se produce este aumento productivo es, primordialmente, motivacional; si el personal está motivado se esforzará más y trabajará más eficientemente en el sentido de que sus esfuerzos estarán más orientados a los fines organizacionales.
Veamos un presentación que nos ayudará a comprender mejor la temática que estamos tratando hoy.
La Mejora de la Productividad.
El núcleo de la mejora en la productividad es sin duda lograr su medición. Cualquier enfoque de productividad para ser efectivo requiere de la evaluación. El sistema de evaluación debe descansar en un sistema de medición. Existen varios enfoques y técnicas importantes que pueden utilizarse para diseñar un sistema de evaluación que permita medir el nivel de productividad logrado en la empresa. Es decir, medir la productividad a través de sistemas o técnicas cuyo enfoque central es analizar resultados obtenidos, sin perder de vista el análisis de los recursos utilizados.
Dos sistemas pueden aprovecharse para esto: la Gerencia por Objetivos (MBO) y el Cuadro de Mando Integral (Balance Scorecard). La gerencia por objetivos (MBO), tiene un buen tiempo de estar en la práctica de la gestión empresarial y sigue siendo por mucho un concepto muy utilizado. Probablemente la gerencia por objetivos es uno de los desarrollos más interesantes en el arte de la dirección de empresas y en particular en el enfoque de lograr resultados.
El Cuadro de Mando Integral es un concepto más nuevo y de recién aplicación. Ambos parten para su diseño e implementación de la estrategia de la empresa. Pero por otro lado, ambos tiene como núcleo común la tarea de establecer y medir resultados. Ambos deben enriquecerse diseñándolos de manera tal que no dejen de considerar la evaluación de los recursos utilizados, es decir, que consideren tanto la efectividad como la eficiencia: Productividad.
Como siempre, dejo un vídeo educativo en el que se describe la metodología necesaria para mejorar la productividad en las industrias. Desde la realización de estudios de métodos y tiempos hasta la planificación de la producción:
Espero que este post haya sido de vuestro interés. Me encantaría, más que nunca, ver vuestras valoraciones y leer vuestros comentarios a través de las herramientas que este blog pone a vuestra disposición.
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