
Pasaban escasos minutos de la medianoche del primero de abril de 1989, cuando Thomas Muster, tras grabar una entrevista para la televisión austríaca, abandonaba el National Center de Cayo Vizcaíno (Florida, EE UU).
«Cuando todo aquello que es imposible ha sido eliminado, lo que quede, por muy improbable que parezca, es la verdad» Sherlock Holmes.