Sin embargo, existen diversas opiniones al respecto. Mientras que algunos gerentes evitan hacer amistades en el trabajo, otros no tienen más que éstas. En tanto algunos ejecutivos tratan a los amigos del trabajo y a lo conocidos fuera de él en forma muy semejante, otros establecen una marcada diferencia. A pesar de las ventajas que se derivan de ello, un gerente debe tener cierta precaución cuando se trata de entablar amistades a nivel laboral.
La problemática.
La dinámica del trabajo genera tensiones y conflictos éticos que pueden entorpecer las relaciones amistosas, ya que no sólo afectan a usted sino también a sus amigos. Además, es de esperarse que cuando el gerente oriente a algún subordinado, le advierta qué amistades pueden provocarle dificultades. El saber cómo conducirse ante este delicado tipo de circunstancias, protegerá el bienestar emocional y el desarrollo profesional de todos.
Los dos casos anteriores ejemplifican las presiones a las que la amistad se puede ver sujeta en el interior de las compañías. En ambas situaciones se plantean circunstancias críticas. Por fortuna, también existen aspectos positivos. Enseguida se enumeran algunos factores cuya comprensión, aunada al cumplimiento de las indicaciones que también se incluyen, le permitirían contemplar el problema en la debida perspectiva:
1. El papel del trabajo como generador de amistades. El contacto laboral facilita la formación de amistades. El ejecutivo y sus colegas comparten intereses, experiencias, e inclusive se integran en equipo para realizar proyectos. Es problema que "hablar de negocios" en las reuniones sociales resulte desagradable y aburrido a las esposas de los ejecutivos, pero para los gerentes representa un placer incomparable poder narrar, analizar, comentar y regocijarse con las incidencias de su vida laboral.
2. La diferencia entre amistad y actitud amistosa. Es importante comprender la distinción, muchas veces inadvertida, que existe entre ambas. El estar consciente de este hecho, permite que las personas con autoridad eviten los riesgos del favoritismo:
- La amistad consiste en la manifestación de sentimientos especiales hacia determinadas personas.
- Una actitud amistosa supone un trato amable que se puede dispensar a todos, sin excepción.
- Debe manifestar una actitud amistosa con todas las demás personas para compensar probables resentimientos
- Si lo considera adecuado, informe a sus amigos que ellos, como usted mismo, quizás tengan que pagar un precio por el vínculo que los une. En algunos casos tendrá que adoptar decisiones contrarias a sus amistades, y las tendrá que sacrificar para evitar que parezca que practica el favoritismo.
4. Un manejo apropiado de la información confidencial. Un ejecutivo tiene acceso a información que se debe divulgar a terceros. Debe decidir cuándo puede compartirla y cuándo no con sus amigos.
5. La amistad y los ascensos laborales. Ascenso no significa necesariamente el fin de las viejas amistades, aunque ciertas veces sí lo es. Por ejemplo, Roger X, director de división, es nombrado presidente de su compañía. De un día a otro se modifica su perspectiva de las cosas, su poder y su libertad personal. Las relaciones pasadas se terminan y principian nuevos ámbitos y amistades: otros compañeros de comida, restaurantes caros, afiliación a clubes exclusivos, y diversos cambios por el estilo. Algunos lazos incluso pueden soportar estas pruebas. Sin embargo en general, los amigos consideran normal que las cosas cambien cuando uno u otro asciende de puesto.
6. Tomas de dicisión que se pueden convertir en problemas éticos. Elegir entre dos candidatos para un ascenso, habitualmente es sencillo. Empero, cuando uno de ellos es un amigo, la selección involucra otros factores: por ejemplo, si hay muy poca diferencia entre los candidatos, ¿a cuál de ellos se debe dar el puesto? Incluso a Salomón le hubiera resultado difícil la decisión. La mejor manera de resolver este dilema consiste en seleccionar al candidato más idóneo para el puesto, en función de los intereses de la compañía, de las dos personas involucradas, y su propia conciencia.
7. La amistad entre personas de sexo opuesto. La relaciones amistosas entre personas de distinto sexo pueden ser explosivas, aunque no necesariamente. Claro, las costumbres han cambiado mucho de 1850 a la fecha. En aquel tiempo, cuando dos empleados de distinto sexo eran sorprendidos juntos fuera de la compañía, se les despedía de inmediato. En la actualidad, no existen restricciones de este tipo y los empleados se reúnen libremente, dentro de límites razonables. Por otro lado, sin embargo, se han presentado bastantes denuncias de gerentes que favorecen a determinados empleados debido a intereses de índole romántico.
La amistad en el trabajo es distinta a la de otras clases, pero también tiene cosas en común con éstas. Quienes puedan mantener buenas relaciones fuera de la oficina, deben ser capaces de cosechar los frutos que ofrecen las amistades del trabajo, hasta el grado en que las palabras "del trabajo" resulten innecesarias para calificativo a dichas relaciones.
Para acabar, vamos a ver un vídeo de Juanma de la Rosa, coaching, que nos habla sobre el tema de hoy.
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